Hermanas y hermanos en Cristo:

Les damos la bienvenida a la SEMANA SOCIAL PARAGUAYA 2023, que nos invita a abordar temas relevantes para la vida digna y plena de nuestro pueblo desde el diálogo social que se enfoca en el cuidado de la Casa Común.

Las semanas sociales, organizadas por la Pastoral Social Nacional de la Conferencia Episcopal Paraguaya, tienen una tradición de décadas y se han constituido en una gran contribución de la iglesia para agendar y tratar asuntos importantes que afectan la vida del País. Desde hace algunos años, se suma a la organización del evento el Centro de Ética Social al que mucho agradecemos su contribución.

Con su Magisterio Social, la iglesia se hace presente y busca encarnarse en la realidad que vive el Paraguay en cada época.

Tenemos la firme convicción de que el camino que nos puede llevar a encontrar respuestas a los desafíos que nos plantea el logro del bien común en nuestro país, es el diálogo entre los diversos sectores y actores sociales. La iglesia promueve espacios que fortalezcan la cultura del encuentro para la escucha y el reconocimiento del otro, en donde todos pongan el empeño para construir la fraternidad y la amistad social.

En la reciente visita del Santo Padre a Mongolia, el Papa hizo una decidida opción por los más pequeños. Mongolia es el decimonoveno país más grande del mundo, (1.564.000 km2) cuadrados, pero también el menos densamente poblado; está dominado por estepas, montañas y por el desierto de Gobi. La comunidad católica es de 1450 personas entre sus casi 3,4 millones de habitantes. Las casas tradicionales, las ger, son hermosísimas tiendas circulares, verdaderas casas itinerantes.

Decía el Papa: (sábado, 2 de septiembre de 2023)

He sabido que, desde la puerta de la ger, al alba, los niños en el campo observan el horizonte para contar las cabezas de ganado y referir el número a sus padres. También a nosotros nos hace bien abrazar con la mirada el amplio horizonte que nos rodea, superando las visiones estrechas y abriéndonos a una mentalidad amplia, como invitan a hacer las ger… Los espacios inmensos de vuestras regiones, desde el desierto del Gobi a la estepa, desde las grandes praderas a los bosques de coníferas, llegando a las cadenas montañosas de Altái y Jangái, con los innumerables meandros de cursos de agua, que vistos desde arriba parecen decoraciones refinadas sobre preciosas telas antiguas; todo esto es un reflejo de la grandeza y la belleza de todo el planeta, que está llamado a ser un jardín acogedor. Vuestra sabiduría, la sabiduría de vuestro pueblo, sedimentada en generaciones de ganaderos y agricultores prudentes, siempre atentos a no romper los delicados equilibrios del ecosistema, tiene mucho que enseñar a quien hoy no quiere cerrarse en la búsqueda de un miope interés particular, sino que desea entregar a la posteridad una tierra todavía acogedora, una tierra todavía fecunda, lo que para nosotros cristianos es la creación, es decir, el fruto de un benévolo designio de Dios, ustedes nos ayudan a reconocer y a promover con delicadeza y atención, contrastando los efectos de la devastación humana con una cultura del cuidado y de la previsión, que se refleja en políticas de ecología responsable.

En su viaje a Mongolia, el Papa Francisco reflexionó sobre el relacionamiento entre personas, que el modo en que logremos la armonía con los demás peregrinos sobre la tierra y en la forma que consigamos transmitir armonía, allí donde vivimos, en el diálogo, se mide el valor social de nuestra religiosidad.

Es necesario y urgente el diálogo sobre el Cuidado de la Casa Común. En nuestro país, los modelos de producción suscitan tenciones sociales que se relacionan con situaciones como la propiedad, tenencia y uso de la tierra, la producción de alimentación saludable y la innegable realidad del cambio climático.

No es la primera vez que la Iglesia en Paraguay se ocupa de estos temas y que recurre al diálogo como mecanismo, como tecnología social que puede aportar elementos y recursos para el encuentro, para el abordaje de los problemas que nos dividen que requieren respuestas consensuadas.

En diversos momentos de la vida nacional, la Iglesia ha buscado unir la gente, unir las mentes y los corazones de los paraguayos, propiciando espacios de reflexión, de confianza, de acuerdos en torno al diálogo. A modo de ejemplo, quisiera mencionar el diálogo nacional convocado por la Conferencia Episcopal Paraguaya en el año 1986.

Muchos de los importantes asuntos planteados en ese diálogo nacional fueron la base de reflexión, de análisis y de planteamiento de temas, que luego fueron incorporados en la Convención Nacional Constituyente de 1992 y son parte integrante de la Constitución Nacional vigente.

Entre otras experiencias de diálogo como aporte a la sociedad y a la iglesia recordamos la iniciativa Paraguay Jaipotava (1997) y el emprendimiento “Habla Señor, que tu Iglesia escucha” (2007).

En el ámbito latinoamericano y de la iglesia Universal, el Papa Francisco está impulsando un gran diálogo en la Iglesia y con la sociedad a través de la Asamblea Eclesial y del Sínodo sobre la Sinodalidad.

Estas iniciativas han sido asumidas por la Conferencia Episcopal Paraguaya y por la Arquidiócesis como un momento de gracia para la escucha activa del Pueblo de Dios y el discernimiento de la Voluntad de Dios para su iglesia hoy, con la más amplia participación en un proceso de diálogo abierto e inclusivo.

En cuanto a los temas que nos convocan en este encuentro, el diálogo social serio y responsable requiere la participación y el involucramiento decidido de todos los sectores y actores de la sociedad nacional, con la esperanza y la convicción de que este proceso favorezca el desarrollo del Paraguay y que su población acceda a mejores condiciones de vida.

Que el espíritu de diálogo sea el que nos anime en estos encuentros de la SEMANA SOCIAL 2023, que nos abra la mente y los Corazones y nos impulse a trabajar decididamente por el bien común de la nación.

Que el Señor nos bendiga y nos acompañe.

Asunción, 12 de septiembre de 2023.

 

 

+ Adalberto Cardenal Martínez Flores

Arzobispo Metropolitano de la Asunción

Presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya