Llamados a cuidar juntos nuestra casa común.    

Queridos Hermanos

En este novenario tan importante de la vida litúrgica y eclesial de la Arquidiócesis, la presencia de María Santísima, Asunta al Cielo, es para todos, motivo de gran alegría. En ella, sabemos cómo se une la tierra con el cielo. Sube al cielo en cuerpo y alma. Ella nos muestra el verdadero camino de una ecología integral, el valor de la naturaleza humana, salvada por la Cruz de Cristo. Nos alienta a cuidar la casa donde vive la humanidad. Hoy recordamos a Santa Teresa Benedicta, Edith Stein, una gran educadora que sabido unir desde la filosofía las verdades de la razón de la fe. También hoy recordamos el congreso de educación católica cuyo aporte beneficiará los nuevos paradigmas educativos de nuestras instituciones educativas católicas y al país.

Se nos invita hoy a reflexionar sobre el tema: “estamos llamados a cuidar juntos nuestra casa común”. Quisiera partir de la doctrina social del Papa Francisco en “Laudato Sí”, para luego citar algunas recomendaciones internacionales que nos advierten sobre posibles amenazas a la ecología de nuestro país, ante las cuales será conveniente que la misma sociedad con las autoridades realicen debate y diálogo para un consenso nacional sobre temas discutibles. Y en la tercera parte, proponer caminos de discernimiento en el cuidado de la casa común. Como dice Francisco: “Es importante tener estas dos observaciones: Ciertas cuestiones ambientales exigen discernimiento y no es fácil llegar a un consenso. Pero suscitan debate honesto y abierto para que los intereses e las ideologías particulares no perjudiquen el bien común”.

1- La doctrina del Papa Francisco en “Laudato Sí” (2015)

Por la casa común entendemos, término usado por el Papa Francisco en “Laudato Sí” se refiere a la tierra como nuestra “casa común” y nos recuerda que debemos cuidarla y protegerla, ya que es como una hermana, con la cual compartimos la existencia y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos. Destaca la importancia de cuidar el medio ambiente y proteger la naturaleza para las generaciones futuras.

La Encíclica une dos aspectos él llama “ecología integral”: el medio ambiente, y la ecología humana. No es un documento ambiental en absoluto. Hace parte de la enseñanza de la Iglesia sobre justicia social. Todo está interrelacionado. El Papa no pretende resolver cuestiones científicas o reemplazar a la política. Critica el consumismo, el desarrollo irresponsable, lamenta la degradación ambiental y el calentamiento global. Hace falta tomar “medidas globales rápidas y unificadas”.

El calentamiento del planeta es un síntoma de un problema mayor: la indiferencia del mundo desarrollado ante la destrucción del planeta mientras persigue ganancias económicas a corto plazo. La “cultura del descarte” descartan como desechos los artículos no deseados, las personas no deseadas como los no nacidos, los ancianos y los pobres. Porque, según Francisco, el verdadero problema radica en el hecho de que los humanos ya no ven a Dios como Creador. En lugar de ver a la humanidad como teniendo “dominio” sobre la tierra, debemos ver que todo está interconectado y que toda la creación es una “especie de familia universal”.

Francisco lamenta la contaminación, el cambio climático, la falta de agua potable, la pérdida de biodiversidad y una disminución general de la vida humana y el colapso de la sociedad. Así dice: “nunca hemos herido y maltratado tanto nuestra casa común como lo hemos hecho en los últimos doscientos años”. Detrás de ello, está la búsqueda imprudente de ganancias, la fe excesiva en la tecnología y la miopía de la política. Hay un consenso científico de que los cambios climáticos son en gran medida provocados por el hombre. Ese cambio climático es un problema global con graves implicaciones: ambientales, sociales, económicas, políticas y para la distribución de bienes. La destrucción de los ecosistemas, traen graves consecuencias para todos nosotros, y por tanto hace falta emprender esfuerzos rápidos de mitigación del cambio climático. Una de sus causas es el papel de los combustibles fósiles.

Así se expresa en “Laudato Sí” Francisco: “Sabemos que la tecnología basada en el uso de los combustibles fósiles altamente contaminantes, especialmente el carbón, pero también el petróleo y, en menor grado, el gas, debe reemplazarse progresivamente sin demora”. “Hasta que se logren mayores avances en el desarrollo de fuentes de energía renovable ampliamente accesibles, es legítimo elegir la alternativa menos dañina o encontrar soluciones a corto plazo”. 

El tema de la pobreza

Refiriéndose a la pobreza, expresa que las naciones desarrolladas están moralmente obligadas a ayudar a las naciones en desarrollo, a combatir la crisis del cambio climático, porque las naciones pobres serás las más afectadas por sus efectos. El mundo debe “escuchar tanto el grito de la tierra como el grito de los pobres”. Francisco pregunta: “qué significa el mandamiento ‘No matarás’ cuando el veinte por ciento de la población mundial consume recursos a un ritmo que roba a las naciones pobres y a las generaciones futuras lo que necesitan para sobrevivir'”.

Oposición del Papa

La encíclica también da voz a la oposición del Papa al aborto, la investigación con células madre embrionarias y el control de la población, diciendo que el respeto por la creación y la dignidad humana van de la mano. «Dado que todo está interrelacionado», dice Francisco, «la preocupación por la protección de la naturaleza también es incompatible con la justificación del aborto». Según el Papa, no podemos “enseñar genuinamente la importancia de la preocupación por otros seres vulnerables, por muy problemáticos o inconvenientes que sean, si no protegemos un embrión humano, incluso cuando su presencia es incómoda y crea dificultades”.

La tecnología

Francisco parte del concepto del “paradigma tecnológico dominante” considerándolo como un factor clave que contribuye la crisis ambiental y el sufrimiento humano. Sucede hoy que el paradigma tecnocrático, la tecnología es vista como “la clave principal para el significado de la existencia” y pide al mundo que “resista” su “asalto”. “El paradigma tecnológico se ha vuelto tan dominante que sería difícil prescindir de sus recursos y aún más difícil utilizarlos sin estar dominado por su lógica interna. Se ha vuelto contracultural elegir un estilo de vida cuyos objetivos son incluso parcialmente independientes de la tecnología…

El afán de lucro del paradigma tecnológico, según el Papa Francisco, es una forma de codicia institucionalizada, generalmente con poca consideración por las consecuencias ambientales y sociales.

El Papa propone una profunda redefinición del progreso y la “liberación del paradigma tecnocrático dominante”, es decir, “tenemos la libertad necesaria para limitar y dirigir la tecnología; Podemos ponerlo al servicio de otro tipo de progreso, más sano, más humano, más social, más integral”. Además, tecnología separada de la ética no podrá limitar fácilmente su propio poder. Por eso propone el “desarrollo en la responsabilidad, los valores y la conciencia humana”.

2- ¿Cómo repercute el cuidado de la casa común en nuestro país?

Hay mucha documentación y advertencia de organismos internacionales relacionados a los problemas ambientales de Paraguay son: deforestación, pérdida de biodiversidad, contaminación del agua, contaminación del aire, uso indiscriminado de agroquímicos, cambio climático, gestión inadecuada de residuos y pérdida de suelos. 

El Paraguay dispone de una riqueza muy grande: la Biosfera del Chaco  y el Acuífero Guaraní, que los debemos cuidar.

¿Qué sabemos de la Biosfera del Chaco y el Acuífero Guaraní?

El Acuífero Guaraní es una de las mayores reservas transfronterizas de agua dulce del planeta, donde dos tercios del acuífero están en territorio brasileño y el resto se dividen entre Paraguay, Uruguay y Argentina. La sostenibilidad a largo plazo de la explotación de los recursos del acuífero, y, por lo tanto, de la seguridad hídrica en la región, dependerá del nivel de los avances del conocimiento del recurso y de las políticas de protección de este. El Proyecto para la Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní propició la profundización y consolidación de los conocimientos sobre el Sistema Acuífero Guaraní en procura del desarrollo de mecanismos coordinados y coherentes para la gestión de las aguas subterráneas y la cooperación entre los países. Además, el Proyecto “Implementación del Programa de Acción Estratégica del Acuífero Guaraní” busca posibilitar acciones regionales en el marco del objetivo estratégico de Aguas Internacionales, cuya finalidad es fomentar la cooperación entre estados para la adecuada gestión de los recursos hídricos. 

El Compromiso Gran Chaco 2030 es una iniciativa que busca frenar la degradación del Gran Chaco argentino, paraguayo y boliviano, la segunda ecorregión boscosa más extensa de América. El objetivo es involucrar a la ciudadanía, Estado y el sector privado para detener la degradación del Gran Chaco. Además, el Programa de Conservación de la Biodiversidad del Gran Chaco (Proyecto GEF) busca proteger la biodiversidad del Gran Chaco y mejorar la gestión ambiental en la región. 

La reserva de la Biosfera del Chaco, en el norte de Paraguay, cuenta con ecosistemas de bosques secos muy diversos, lo que aumenta su gran diversidad de mamíferos, aves, reptiles y otros. Algunas de estas especies se consideran amenazadas, como el guanaco, el jaguar, el tapir y el armadillo gigante. La reserva contiene importantes parques nacionales en Paraguay, como Defensores del Chaco, Médanos del Chaco, Tte. Agripino Enciso y otras formas de áreas protegidas como Cerro Cabrera, El Parque Nacional del Río Negro y la Cañada de la Reserva del Carmen. 

¿Qué leyes ambientales protegen el ecosistema nacional?

El Paraguay dispone de varia legislación ambiental desarrollada por el derecho paraguayo promulga normativas que legislan diferentes aspectos relacionados a la preservación, conservación, recomposición y mejoramiento del ambiente. Algunas de las leyes ambientales de Paraguay, como ejemplo: Política Ambiental Nacional (Ley N° 1561/2000). Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (Ley N° 294/93). Creación del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Ley N° 352/94). Sistema Nacional del Ambiente (Ley N° 716/95). Tal vez nuevas normativas renueven el compromiso de cuidar la ecología integral del país y que los productores agroganaderos cumplan con estas normas ambientales.

Veamos algunos de los tantos problemas ambientales de nuestro país

La deforestación es uno de los problemas ambientales más relevantes en Paraguay, que avanza sin piedad en todo el país. Entre 1990 y 2000, Paraguay tuvo una tasa promedio de deforestación del 1%. La tasa aumentó entre 2000 y 2005 al 1.92%. Además, Paraguay tiene un problema creciente de contaminación. Muchos ríos del país sufren vertidos tóxicos. La gestión inadecuada de residuos también plantea riesgos para muchos residentes urbanos. 

El uso indiscriminado de agroquímicos en la siembra de soja en algunos lugares ha afectado la salud de algunos indígenas. El mal uso de agrotóxicos afecta los cultivos de subsistencia y los árboles frutales, ha impactado los recursos de caza, pesca y recolección, ha contaminado los cursos de agua y ha dañado la salud de las personas. El uso de algunos agrotóxicos por parte de algunos productores que no respetan las leyes ambientales puede causar problemas respiratorios, neurológicos, reproductivos y endocrinos.  

¿Qué orientaciones se necesitan para proteger el medio ambiente en la producción ganadera y de soja en nuestro país?

Para garantizar la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza, las medidas normativas nacionales regulan la producción pecuaria, evitando daños ambientales. La ausencia del cuidado ambiental del sector pecuario puede contribuir al agotamiento y a la degradación de las tierras, el agua y la biodiversidad. En el Chaco, el sector pecuario se ve afectado por la degradación de los ecosistemas. Es preciso que nuestras Autoridades tomen medidas adecuadas para mejorar la sostenibilidad de la producción pecuaria.

Reducir la contaminación y evitar la deforestación asociadas a la producción de ganado, requieren unas políticas adecuadas, capacidad para ponerlas en práctica, para mejorar la eficiencia del uso de los recursos naturales en el sector y mitigar el cambio climático. Para alcanzar estos objetivos se requiere la revisión y actualización de nuevas medidas en los ámbitos normativo, institucional y técnico.

Otra advertencia de las organizaciones ambientales internacionales reclama que la producción de soja en Paraguay ha tenido un impacto negativo en el medio ambiente. La desregulada producción de soja ha llevado a la destrucción de los suelos, la siembra de menos alimentos para consumo humano y graves impactos sobre el medio ambiente, la salud de las personas y sus medios de vida. Además, el cultivo de soja, como monocultivo, ha hecho que se reduzcan los cultivos de trigo, maíz, arroz, mandioca, poroto, etc., e incluso las áreas forestales se han visto amenazadas. Muchas preguntas podemos hacernos sobre el tema.

3- ¿Qué debemos promocionar en nuestro país y en la Iglesia?

En este Novenario de Nuestra Señora de la Asunción, ponemos bajo su protección todo lo que podamos hacer por cuidar nuestra casa común. Que Ella nos bendiga y nos anime a comenzar con mayor interés la riqueza de naturaleza que Dios nos dio.

El cuidado de la casa común, según el Papa Francisco invita a una “conversión ecológica”, el planeta, al cual llama “madre y hermana”. Leamos la Encíclica de Francisco, el “Laudato Sí”, para conocer bien cuanto él plantea como “doctrina social de la Iglesia” para nuestro tiempo.

Sobre la Hidroeléctrica de Itaipú y su repercusión ecológica, entre otros aspectos, la CEP ha publicado en marzo de 2021 la Carta Pastoral: “Itaipú, una oportunidad de diálogo y concertación social para el Bien Común”. Asumir el uso de la energía eléctrica en transportes disminuyendo la compra de combustibles contaminantes.

Entre las múltiples iniciativas que se puede proponer, sugiero algunas que me parecen centrales.

Conocer y respetar las medidas normativas ambientales del país, particularmente en la producción de agropecuaria. Cuidar el agua, evitar contaminar con los residuos nocivos. Defender la fauna y la flora del ecosistema nacional, en relación con las dos Hidroeléctricas y a posibles nuevas represas.

Crear grupos de ecología integral, es decir, del cuidado y la protección del medio ambiente, pero en especial, cuidar la vida, la familia y de la naturaleza humana creada por Dios, varón y mujer.

Tomar posturas críticas mediante un buen discernimiento ante la Agenda 2030 de las NNUU, cuyas algunas de sus pretensiones sobre el modelo de desarrollo propuesto son una presión a nuestra producción agroganadera y el combate a la pobreza. Además, hay una creciente conciencia de intelectuales, juristas y educadores, que rechazan varios temas conflictivos que afectan a los valores de la familia, la educación y también la producción agropecuaria.

La naturaleza es un don de Dios Creador, debemos rezar y cuidarla.

Como sugerencia, conviene educarnos en algunos comportamientos sociales, tales como: Usar objetos que tengan larga vida frente a los de usar y tirar. Comprar sólo los alimentos que necesitamos y evitar tirar la comida. Un consumo responsable y solidario. Cuidar y respetar a las personas. Organizar la vida en esa lógica del cuidado del agua, de las fuentes, de los bosques, de los parques, de la limpieza de veredas y de patios baldíos. Evitar tirar la comida. Cuidar las plantas y a los animales… son seres vivos. Cuando mejoren las condiciones del transporte y de las calles, ir en bicicleta al colegio y al trabajo. Caminar siempre que podamos para ir a los sitios. Usar bien los contenedores, no dejando la basura fuera. Usar el papel con conciencia, viene de la madera y es un bien para proteger. Cuidar el consumo de energía eléctrica. Apagar la luz si no estamos en la habitación. Usar luces LED que apenas consumen vatios. Apoyar las energías renovables y los envases biodegradables.

Se requiere, entonces, otro modo de ejercer la economía y el progreso, con nuevo estilo de vida, para liberarnos de la esclavitud del consumismo.

 Que Nuestra Señora de la Asunción, nos acompañe en el cuidado de la casa común, como don de Dios y regalo para las nuevas generaciones.

 

+ Edmundo Valenzuela, sdb

Arzobispo Emérito de Asunción