Evangelio de hoy

SANTA LUCÍA, VIRGEN Y MÁRTIR

Martes de la 3ª Semana de Adviento

Evangelio según San Mateo 21, 28-32

 “Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña”

Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: ‘Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña’. Él respondió: ‘No quiero’. Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: ‘Voy, Señor’, pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?”. “El primero”, le respondieron. Jesús les dijo: “Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él”. Palabra del Señor.

Meditación

El “sí” a la voluntad de Dios, a ejemplo de Cristo Jesús que de manera incondicional dijo “Sí” al proyecto de salvación llevado a cabo con su muerte libre y amorosa en la Cruz. El Adviento es un tiempo de decir sí a ese Dios hecho hombre que con ternura vino, viene y vendrá, para acoger con fe y docilidad de corazón. La espiritualidad del adviento es un empeño constante y sincero a la verdadera conversión a Dios.

Somos hijos amados de Dios, llamados, consagrados y enviados como discípulos- misioneros a trabajar en su viña, con un sí a Dios, al hombre y especialmente a los más pobres y vulnerables. A pesar de los momentos de crisis, de rebeldía al plan de Dios, con la ayuda de Dios es posible superar las pruebas. Los humildes de Dios saben eso y se alegran por la salvación de Dios.

María Santísima, haz que imitando Tu sí a Dios, respondamos a lo que Dios quiere para con nosotros.

Que el ejemplo de Santa Lucía, Virgen y mártir nos estimule en el camino del Señor.