Santa Brígida de Suecia (1303–1373) es un testimonio luminoso de cómo la santidad puede florecer en el corazón de la vida cotidiana, en el matrimonio, en la maternidad, y también en la entrega radical a Dios.

Nacida en el seno de una familia noble, desde joven recibió una…

La figura de María Magdalena, cuya memoria litúrgica celebramos el 22 de julio, ha sido durante siglos objeto de confusión y múltiples interpretaciones, muchas de ellas erróneas.

La tradición popular, sobre todo en Occidente, identificó durante mucho tiempo a María Magdalena con…

Del tratado de san Ambrosio, obispo, sobre los misterios

(Núms. 52-54. 58: SC 25 bis, 186-188. 190)

ESTE SACRAMENTO QUE RECIBES SE REALIZA POR LA PALABRA DE CRISTO

Vemos que el poder de la gracia es mayor que el de la naturaleza y, con todo, aún hacemos cálculos sobre los…

De las obras de san Buenaventura, obispo
(Opúsculo sobre el itinerario de la mente hacia Dios, 7,1.2.6: Opera omnia 5, 312-313)

LA SABIDURÍA MISTERIOSA REVELADA POR EL ESPÍRITU SANTO

Cristo es el camino y la puerta.
Cristo es la escalera y el vehículo,
él, que es la placa de la…

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Evangelio de hoy, viernes 25 de julio de 2025
Destacada, El Evangelio de Hoy

Evangelio de hoy, viernes 25 de julio de 2025 

Evangelio de hoy

VIERNES DE LA SEMANA 16ª DEL TIEMPO ORDINARIO

Fiesta de Santiago, apóstol

Evangelio según San Mateo 20, 20-28

 “Como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir”

En aquel tiempo: La madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. “¿Qué quieres?”, le preguntó Jesús. Ella le dijo: “Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”. “No saben lo que piden”, respondió Jesús. “¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?”. “Podemos”, le respondieron. “Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre”. Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”. Palabra del Señor.

Meditación

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