El Día Nacional de las Personas Adultas Mayores que conmemoramos hoy, tiene su origen en la Ley Nº  4792 / 2012, promulgada a instancias de las asociaciones de personas mayores que generaron el  proyecto, como así hicieron con la mayor parte de toda la legislación vigente en la actualidad. Este día  fue creado con el fin de reafirmar los derechos humanos de las personas mayores y visibilizar su  existencia.

Su Santidad el Papa Francisco expresaba en julio 2022, en el marco de la II Jornada Mundial de los  Abuelos y de los Mayores: “Para la vejez hay muchos planes de asistencia, pero pocos proyectos de  existencia”. E indicaba: “Nunca hemos sido tan numerosos en la historia de la humanidad, pero no  sabemos bien cómo vivir esta nueva etapa de la vida”, “Las personas mayores tenemos a menudo una  sensibilidad especial para el cuidado, la reflexión y el afecto. Somos, o podemos llegar a ser, maestros de  la ternura”, “Necesitamos, en este mundo acostumbrado a la guerra, ¡una verdadera revolución de la  ternura!

En efecto, “Nuestra sociedad está cada vez más envejecida, pero tiende a excluir y aislar a los ancianos,  socavando su identidad y su papel social, sobre todo en las relaciones con las generaciones más jóvenes.  Lamentablemente, faltan respuestas adecuadas a las necesidades asistenciales y existenciales de las  personas mayores. Queda mucho camino por recorrer en materia de políticas sociales y sociomédicas  dirigidas a las personas mayores, destinadas a limitar la condición de aislamiento a la que se ven  abocadas demasiadas personas mayores en la actualidad. Las personas mayores son portadoras de  sabiduría, conocimiento, cultura: valores inalienables que, a través del diálogo intergeneracional,  contribuyen a garantizar el futuro de nuestra sociedad y de las comunidades a las que pertenecen. Para  que esta dinámica virtuosa se haga realidad, deben activarse las sinergias entre las redes familiares, los  amigos, los cuidadores y las estructuras sociales públicas, privadas y particulares. (Papa Francisco)

En estos días en que se condensan fechas trascendentes: Día del Maestro y Día del Trabajador,  hacemos votos para que nuestra Sociedad y las Autoridades electas comprendan, en su exacta dimensión, el valor de las personas mayores y la importancia de respetarlas  en su dignidad y derechos, en entenderlas como Maestros de la Ternura y activos constructores productivos, como trabajadores que son, ya que muchos de ellos siguen trabajando para poder vivir “porque de lo  contrario no alcanza” . Deseamos  que los reconocimientos del día de hoy sean permanentes.

Hagamos lo que  corresponde: en la Familia el unirlos a la mesa, escucharlos y amarlos; en la Sociedad desarrollar el  espíritu de Solidaridad y Respeto y desde las Estructuras del Estado facilitarles el acceso a una vida  digna, donde encuentren justicia accesible que les permita tener la salud y su situación de existencia  resguardadas.

Como Pastoral de Adultos Mayores de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción, instamos a establecer  una mesa Interinstitucional, con participación activa de los diversos sectores representantes de las personas mayores jubiladas y no jubiladas, donde trataremos  la problemática real,  para ahondar en la aplicación de una política publica de Estado acertada, que atienda temas nodales para las personas mayores y las generaciones futuras, porque debemos considerar que, con la Gracia de Dios, la gran mayoría de los jóvenes de hoy llegarán a ser personas mayores y muy probablemente longevas y , en consecuencia se debe dar respuesta a este tema , que hace al desarrollo humano de nuestra sociedad.

Por todas las necesidades comunes de las personas mayores Su Santidad Papa Francisco a elegido como lema de la IV Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores que se celebrará en julio próximo  :”En la vejez no me abandones” (cfr. Sal 71,9). 

En consecuencia ! Paraguay construyamos con nuestros mayores, no los abandonemos!!

 

Asunción, 29 de abril de 2024

 Coordinación Pastoral de Adultos Mayores