Queridos jóvenes, hoy es un día muy feliz, se han reunido aquí en el Seminario Metropolitano para prever los detalles del viaje a Portugal, donde estarán participando de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, con el lema «María se levantó y partió sin demora» (Lc 1,39). En la tierra de la Virgen del Rosario de Fátima, sin dudas Ella será la protagonista de la JMJ.

Sé que el corazón de cada uno está lleno de emociones y expectativas para salir sin demora hacia este encuentro con Jesús y con los peregrinos de todo el mundo, les animo a viajar de la mano de María, aférrense a Ella que es discípula, madre, consejera, amiga y les acompañará de la mejor forma a la apasionante travesía que les espera en Portugal para experimentar la alegría del encuentro con Jesús y con otros jóvenes, donde verán y experimentarán la belleza de la iglesia universal compuesta de diferentes rostros, idiomas, culturas, expresiones. Durante la JMJ compartirán momentos de Catequesis, del Sacramento de la Reconciliación, Misas, así como conciertos, festivales y otras atractivas actividades pensadas muy especialmente para Uds.

Desde Paraguay van como miembros de una delegación, harán esta experiencia acompañados unos con otros, lo que les da sentido de comunidad, de fraternidad. Nadie debe ir por cuenta propia. Siéntase Iglesia en el Paraguay inserta en el mundo; y en el mismo espíritu de alegría y amistad con el que se vienen organizando, les invito a que vivan la Jornada conscientes de la representatividad que llevan, porque cada uno de Uds., estará representando a su vez, a otros jóvenes de las comunidades juveniles, parroquias, de Movimientos Apostólicos, universidades, Congregaciones, diócesis y vicariatos de la que forman parte.

Les pido que en este tiempo que queda antes de llegar a Lisboa, se sigan preparando como verdaderos peregrinos y misioneros, con el entusiasmo, creatividad y disponibilidad que les caracteriza. Trasmitan a los nuevos amigos que harán en Portugal no solo sus experiencias de fe, también la de sus familias, de sus amigos, de sus comunidades eclesiales, estén abiertos a escuchar y acoger la vida y experiencia de los demás, para que puedan palpitar juntos con la fuerza y esperanza del testimonio compartido, en el esfuerzo de construir entre todos una iglesia más acogedora, un mundo más unido, justo y solidario.

Sean testigos alegres de la juventud de nuestra iglesia, de nuestro Paraguay, viviendo la sinodalidad a la que todos estamos llamados.

En vísperas de esta gran convocatoria, recordemos lo que el Papa Francisco fue exhortando a cada peregrino, a cada uno de Uds., en las etapas previas a la JMJ:

*Aprender de la Virgen. Partir sin demora fue lo que hizo la Virgen María (es también lo que el Papa hace siempre con sus viajes apostólicos). “La Madre del Señor es modelo de los jóvenes en movimiento, no inmóviles frente al espejo contemplando su propia imagen o -atrapados- en las redes. Ella estaba totalmente orientada hacia el exterior. Es la mujer pascual, en permanente estado de éxodo, de salida de sí misma hacia Dios y hacia los demás, especialmente los más necesitados, como lo fue con su prima Isabel”. (Roma, 15 de agosto de 2022, solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María).

*Mi mensaje para ustedes, jóvenes, el gran mensaje del que es portadora la Iglesia, es Jesús! Sí, Él mismo, su amor infinito por cada uno de nosotros, su salvación y la nueva vida que nos ha dado. Y María es el modelo de cómo acoger este inmenso don en nuestras vidas y comunicarlo a los demás, haciéndonos a su vez portadores de Cristo, portadores de su amor compasivo, de su generoso servicio a la humanidad que sufre. (Roma, 15 de agosto de 2022, solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María).

*La Jornada Mundial de la Juventud tiene una finalidad sobre todo espiritual, pretende ser un encuentro personal con Dios y con los hermanos. Un encuentro con un carácter de permanencia, por lo que les pido que no sea sólo una tormenta de verano. (Roma, 15 de agosto de 2022, solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María).

*Construir puentes. A ustedes, jóvenes, que se están preparando para ir a Lisboa o que vivirán la Jornada Mundial de la Juventud en sus lugares de origen, les digo: antes de ponerse en camino vayan a encontrar a sus abuelos, hagan una visita a un anciano que esté solo. Su oración los protegerá y llevarán en el corazón la bendición de ese encuentro (Roma, 31 de mayo de 2023, Fiesta de la Visitación de la Bienaventurada Virgen María).

*Y en el más reciente mensaje el Papa Francisco del pasado 22 de junio, donde confirmaba su presencia a la Jornada, les pedía poner en práctica los tres lenguajes de la vida. Vayan adelante sin hacer caso “a aquellos que reducen la vida a ideas”, ya que ellos, han perdido la alegría de la vida y la alegría del encuentro. Les invito a rezar por ellos y a poner en práctica los tres lenguajes de la vida: El lenguaje de la cabeza, del corazón y de las manos. El lenguaje de la cabeza, para pensar claramente lo que sentimos y lo que hacemos. El lenguaje del corazón para sentir bien, profundamente lo que pensamos y lo que hacemos. Y el lenguaje de las manos para hacer con eficacia lo que sentimos y lo que pensamos”. (Roma, 22 de junio de 2023).

Queridos jóvenes, la peregrinación a la Jornada Mundial será para ustedes una ocasión de gracia que debe alimentar el compromiso de regresar a sus parroquias y comunidades, a sus familias y amigos, a transmitir lo que han vivido, a contagiar la alegría y esperanza de Jesús resucitado y vivo, y de su amor por cada uno de nosotros.

Ustedes son el rostro de nuestra Iglesia joven, la iglesia que -les reitero- les ama y valora.

Hoy les necesitamos como lo que son, valientes discípulos y misioneros, sembradores de esperanza, llamados a ser protagonistas en la iglesia y en la sociedad.

De forma especial van nuestro reconocimiento y agradecimiento a los responsables y miembros de la Comisión Nacional de la JMJ 2023 encabezada por Mons. Pedro Jubinville, de las Coordinaciones diocesanas, de las Congregaciones religiosas, universidades y Movimientos Juveniles, que desde hace varios meses vienen trabajando arduamente, dedicando tiempo y energía, para armar los grupos y hacer posible la presencia de jóvenes paraguayos en esta gran convocatoria de la Iglesia.

Por cada uno de Uds., por todos los voluntarios y peregrinos del mundo que se reunirán en esta Jornada, pidamos al Señor su bendición. Que bendiga a sus familias, amigos y comunidades eclesiales.

Pongámonos también bajo el manto de la Virgen María. Que Ella los acompañe y bendiga siempre.

Rezamos juntos la Oración de la JMJ:

Nuestra Señora de la Visitación, que se fue apresuradamente a la montaña para encontrarse con Isabel, haznos salir también para conocer a los muchos que nos esperan para llevarles el Evangelio vivo: Jesucristo, tu Hijo y Señor nuestro. Iremos rápido, sin distracciones ni demoras, más bien con disposición y alegría. Iremos tranquilos, porque quien tiene en si a Cristo lleva consigo la paz, y el buenhacer es el mejor bienestar. Nuestra Señora de la Visitación, con tu inspiración, esta Jornada Mundial de la Juventud será la celebración mutua del Cristo que llevamos, tal como tú lo hiciste. Haz que sea una ocasión para testimonio y compartida, convivencia y acción de gracias, buscando Aquél que siempre espera. Contigo continuaremos este camino de encuentro, para que nuestro mundo también se pueda reunir, en fraternidad, justicia y paz. Ayúdanos, Nuestra Señora de la Visitación, a llevar a Cristo a todos, obedeciendo al Padre, en el amor del Espíritu.

Amén.